Una distribución muy dividida de la vivienda original, impedía que la luz pudiese llegar a todos los espacios de la casa.
Tras centralizar y unificar cocina-comedor, salón y estudio-dormitorio secundario con gestos en blanco, negro y madera, se ha conseguido una casa de líneas limpias, cómoda y versátil, donde por fin, la ansiada luz recorre la vivienda en su totalidad.
Fotografía: Javier Bravo Fotografía